Según el último estudio sobre compras por Internet del IAB, asociación que representa al sector de la publicidad en medios digitales en España, el 71% de los españoles declara comprar online, lo que supone un total de 19,4 millones. La adquisición de productos vía web o móvil ya no es tanto un caso de estudio, sino una realidad. Por la juventud del sector, cada día se ensayan nuevas formas de conseguir que la compra se pueda efectuar en menos tiempo o que el posible cliente no nos abandone a mitad del proceso, entre otras cuestiones. Pero lo que sí está demostrado es que los tiempos de entrega son un factor clave para que un negocio electrónico sea próspero.
El tiempo aceptable de entrega se ha reducido respecto al año pasado, un 17% quiere recibir su compra en 24 horas, pero el tiempo de espera aceptable ronda los tres días. Prácticamente 1 de cada 4 compradores están dispuestos a pagar un plus para que el producto les llegue antes.
Para que los plazos de entrega sean los deseados, la empresa que se hace valer de una tienda online para su funcionamiento, debe contar con un buen aliado para encargarse de la logística. No todas las empresas tienen los recursos de Amazon, que conseguirá que los productos nos lleguen en cuestión de horas, así que los empresarios más modestos deberán dedicar parte de su planificación de negocio a encontrar la forma más eficaz de distribución de sus productos sin hacer esperar demasiado al comprador. Hoy en día, esperar hasta una semana nos puede parecer lógico si el producto viene de lejos, pero nuestros hábitos de consumo e inmediatez provocarán que la paciencia del comprador sea directamente proporcional a su exigencia conforme va madurando como cliente online.
Para empresas cuyo volumen de negocio no llene siquiera una furgoneta con paquetes cada día, lo más común es contar con una empresa de mensajería con la que llegar a un buen trato, previendo que se va a tener un volumen de envíos medio determinado. Muchas de estas agencias de mensajería tienen acuerdos con otras agencias internacionales, por lo que mediante ellas se pueden hacer envíos por toda Europa. Por otro lado, también existe la posibilidad de contratar un plan con la propia oficina de correos.
Si se trata de empresas con envíos de gran volumen y a diferentes territorios más lejanos, deberán plantearse la posibilidad de implementar sus propios servicios de logística, cosa poco recomendable a no ser que disponga de una gran inversión para ello, o contratar a empresas de logística que se puedan encargar de todo el proceso velando por la seguridad y entrega a tiempo de la mercancía. Sea cual sea el futuro del e-commerce, lo que queda claro es que el mundo online seguirá dependiendo del offline de alguna forma, así que la logística seguirá siendo un factor clave en la ecuación del éxito.